http://www.youtube.com/watch?v=gRwFRMGpTWg&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=r8eGJuVZ3oM&feature=endscreen&NR=1
http://www.youtube.com/watch?v=xp8crMZYX_U&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=Yunxsh_wcN0&feature=related
sábado, 28 de enero de 2012
martes, 17 de enero de 2012
¿Qué prefieres?
Una azotea más, el mismo sentimiento otra vez.
Donde entán solos, el atardecer y tú.
Se puede llegar a sentir lo mismo viendo el atardecer y viendo un cigarro consumirse en el frío.
Y en la última luz del día abres los ojos y te das cuenta que en un edificio cerca a tu azotea hay alguien más, viendo lo mismo y sintiendo el mismo aire.
De pronto ya no estás solo.
Ese último momento de luz en el cielo dura un poco más.
Después abres los ojos y te das cuenta de que sí estás solo. Y ya es de noche.
Estás ahí sin buscar nada ni a nadie, sólo estás ahí.
Después de unas horas estás seguro de que realmente lo que haces ahí es esperar.
Y piensas que si alguien se acercara tal vez lo matarías con el cuello.
Hasta que caiga al suelo y el miedo en sus ojos lentamente se convierta en nada.
En aire, frio y negro.
Así que no sabes qué es lo que esperas.
Pero esperas, esperas horas hasta que se te acaba el día y la noche. El frío ya atravesó tus rodillas y tus dedos.
Lo que escuchas es sólo una repetición de tu mala memoria a malos recuerdos.
Un escondite donde todos te pueden ver si quisieran.
Pero sabes que nadie quiere verte.
Y te escondes expuesto.
Miedo de escuchar tu nombre de una voz gritando.
Miedo a cerrar los ojos y sentir la presencia de alguien.
Abrirlos y ver que eres sólo tú y el aire cada vez más frío y pesado.
Yo nunca estoy sola cuando cierro los ojos. Siempre estás ahí, con luz y sueños.
Las notas que estan en tu contra.
Las que tratas de ignorar pero siempre te persiguen dejandote sordo.
Un lugar donde no existan los atardeceres.
Pero todas las personas que quieres viven bajo el aire de Enero. En la azotea, contigo.
¿Qué prefieres?
Donde entán solos, el atardecer y tú.
Se puede llegar a sentir lo mismo viendo el atardecer y viendo un cigarro consumirse en el frío.
Y en la última luz del día abres los ojos y te das cuenta que en un edificio cerca a tu azotea hay alguien más, viendo lo mismo y sintiendo el mismo aire.
De pronto ya no estás solo.
Ese último momento de luz en el cielo dura un poco más.
Después abres los ojos y te das cuenta de que sí estás solo. Y ya es de noche.
Estás ahí sin buscar nada ni a nadie, sólo estás ahí.
Después de unas horas estás seguro de que realmente lo que haces ahí es esperar.
Y piensas que si alguien se acercara tal vez lo matarías con el cuello.
Hasta que caiga al suelo y el miedo en sus ojos lentamente se convierta en nada.
En aire, frio y negro.
Así que no sabes qué es lo que esperas.
Pero esperas, esperas horas hasta que se te acaba el día y la noche. El frío ya atravesó tus rodillas y tus dedos.
Lo que escuchas es sólo una repetición de tu mala memoria a malos recuerdos.
Un escondite donde todos te pueden ver si quisieran.
Pero sabes que nadie quiere verte.
Y te escondes expuesto.
Miedo de escuchar tu nombre de una voz gritando.
Miedo a cerrar los ojos y sentir la presencia de alguien.
Abrirlos y ver que eres sólo tú y el aire cada vez más frío y pesado.
Yo nunca estoy sola cuando cierro los ojos. Siempre estás ahí, con luz y sueños.
Las notas que estan en tu contra.
Las que tratas de ignorar pero siempre te persiguen dejandote sordo.
Un lugar donde no existan los atardeceres.
Pero todas las personas que quieres viven bajo el aire de Enero. En la azotea, contigo.
¿Qué prefieres?
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