martes, 11 de marzo de 2008

El hombre de la camara y su mañana. (Flash back de "Julia y los detalles)

(Recomiendo escuchar "Cambio de Piel" de Ximena Sariñana para este fragmento de Julia y los Detalles. Yo con ella lo escribí y me funcionó bastante con el texto. Y la verdad hasta robé la primer frase de la canción que me vino perfecta, jijiji n_n Enjoy.)




El hombre despierta, aún no lo sabe.

Entre humedad, silencio y aire pesado, una linea de luz atraviesa las telas naranjas de la ventana llenando de tranquilidad al hombre que descansa despertando en su cama.
Sin camisa y envuelto en sudor del espeso amanecer quiere no pensar, no quiere recordar.
Trata de poner toda su concentración en una solución, le duelen la cabeza y el pecho desnudo entre las sabanas.
Inmovil aparenta un sueño casi moribundo. No quiere despertar pero está despierto.
Durante unos segundos de confución piensa que todo había sido sólo un sueño, está confundido, pero en verdad sólo se quiere convencer de que eso fue, sólo un sueño.
Él conoce con perfección la cruda realidad, su pasado día, su pasado sueño, todo lo conoce bien y duele.

Ella siente el aire de su respiración, sin tener ni brazos ni manos, siente el calor que transpira su cuerpo, siente, casi su dolor. Está enamorada de ese hombre. Entre su barba encuentra su boca que la mata de miedo y la hace alejarce. Se vuelve a acercar y analiza cada centimetro. Por fin se da cuenta de que ese hombre se siente completamente saturado, cansado y enclaustrado en ese lugar y dentro de él mismo. Su amor por él finalmente la obliga a alejarse y a olvidarse de ese cuarto y de esa mañana.

Por fin el hombre encuentra entre sus ideas un poco de claridad. Una solución que no solucióna nada, pero que siempre tuvo presente. Juntó toda su fuerza y coraje para descubrir que hay algo más allá del dolor, algo mucho mejor que lo que había antes de su cruda mañana y pasado.

Encontró que no le quedaba más que dos opciones; una opción era enraizarse a ese cuarto, a esa cama y a esa mañana de pesar, la otra opción era salir de ahí, seguir su camino, uno nuevo que no existía aun, uno que él podría dibujar con el cansancio de la pena entre sus manos pero con ojos nuevos, unos que brillan.

El color del sol le acababa de dar la respuesta que mejor pudo elegir. Se levantó y marcando un nuevo comienzo abrió las cortinas y la ventana, cerró los ojos ante el aire frío de la mañana, se baño, se vistió y salió de ahí lo antes posible.

Un nuevo hombre, caminando entre las calles de la ciudad que antes no conocía, que esta vez frente a sus ojos era completamente diferente a la que el recordaba, o más bien a la que no recordaba. Se cubrió la cara con una bufanda hasta los ojos, no era cosa del frío, pero tenía miedo de que algún rastro de tristeza y dolor permaneciera en su cara y en su cuerpo y también se cubrió con una chamarra café. Tenía miedo de proyectarle a la gente del día, su sufrimiento y les compartió solamente sus ojos, que con dificultad, mostraban alguna emoción.

Cargando un libro entre las manos y la mejor musica que pudo encontrar, se subió al metro sin ningun propósito más que buscar ese camino nuevo antes mencionado que aun no conocía. Dispuesto a bajar en la estación que su destino le marcara y seguir el camino que creyera, era el suyo. Llevaba con él una camara polaroid para poder recordar, recordar su nueva vida. Obedecer y seguir las instrucciones de los detalles que antes no existían para él.

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