domingo, 22 de noviembre de 2009

The softly, spoken, magic spells... Tiempo.

Se me secó toda la boca, los ojos y el corazón.
Llenarte con ganas, dedicación y tiempo todo el cuerpo de amor no es de las mejores experiencias, es definitivamente la mejor.
Tenerte que vaciar hasta el último centimetró del cuerpo de la razon e tus sonrisas esporadicas e inesperadas, abrir los ojos en la mañana y tener ganas de rincar de felicidad, es definitivamente lo peor que he sentido.
Pero quién te dice cómo hacerlo? Borrarlo y vaciar tu cuerpo de lo que construiste con tantas ganas ahora me parece completamente imposible.
Todo eso en vez de desaparecer se convierte en nauseas, mareo, dolor de estomago, garganta seca, ojos rojos, piernas débiles, delirio, insomnio y humo de cigarros.
A veces (muchas veces) soy masoquista y me gusta sufrirle al amor y escribir y llorar y componer y esas cosas que me hacen ser tan yo, pero est vez más que nada, creo que sobrepasando al dolor, tengo miedo. Tengo miedo de experimentar lo que siento. Trato de respirar lento y calculado, siento que un tropiezo en la respiracion y tal vez explote y no se que pueda llegar a pasar.
El tiempo es un hijodeputa y mi peor enemigo, con tanto odio y lo necesito tanto. Dependo de él y lo odio con todas mis furzas. Porque no lo puedo controlar. Porque siempre juega conmigo. Se siente todo tan lento que hasta parece que no vanza en lo absoluto. Lo odio lo odio o odio.
Ni desaparecer, ni gritar, ni llorar, ni drogarme, ni medicarme, ni dormir, ni fumar, ni hablar, ni tocar, ni comer, ni no comer, ni música, ni cine, nada me puede ayudar. Sólo mi peor enemigo.

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